15/8/13

Cómo enseñar a los niños a “saborear el presente”.

El frenesí de la vida diaria 
La velocidad que llevamos en el frenesí de la vida diaria, nos lleva a infravalorar y desperdiciar el presente. Toda la tecnología de las últimas décadas nos han permitido realizar más tareas y con mayor rapidez, lo que nos ha permitido ahorrar esfuerzo y tiempo. No vamos a negar las bondades de la tecnología, pero quizás nos hayamos acelerado demasiado.

Nos preocupamos tanto de ahorrar tiempo, planificar el futuro y hacer tantas actividades, incluso en nuestros días de descanso, que nos perdemos las increíbles posibilidades del presente.

Hace años en la Universidad de Loyola (EEUU) se creó la corriente del Savoring (que en español se ha traducido como Saborear) que recoge del Budismo la relevancia del presente.

Saborear, es disfrutar de forma consciente del presente; es prestar atención deliberada a la experiencia del aquí y ahora. Es deleitarse en el pequeño momento placentero para agradecerlo y disfrutarlo con todos nuestros sentidos.

Si para los adultos, que estamos acostumbrados por el frenesí del trabajo y el resto de obligaciones es duro de llevar, imaginémonos que les supone a los niños este correr y correr continuamente, incluso en los días de descanso. Ellos no lo entienden, va contra natura y con las prisas de los mayores les vamos quitando esa inocencia y maravillosa capacidad de asombrarse y deleitarse de los pequeños momentos placenteros. Nos empeñamos en programarles para las prisas, cuando debería ser a la inversa, dejarnos contraprogramar por nuestros hijos de ese saber disfrutar del momento agradable.

Por eso te sugiero que el próximo día libre y no tengas obligaciones que atender, no llenes tu agenda de actividades, planifica sólo una y disfrútala al cien por cien, con toda tu consciencia, saboreando todas las etapas que la componen: el desayuno en familia, los preparativos, el camino a la activad, la actividad en sí, y sobre todo, a la vuelta de ese actividad comparte con tus hijos, lo que han sentido, lo que han disfrutado y lo que han aprendido. Te sorprenderá lo que aprendes de tus hijos, sus puntos de vista. Guárdala en tu memoria y acude a ella, siempre que te sientas sobrepasado por el día a día.

Técnicas para enseñar a los niños a “saborear el presente”:

Aprovechando que estás haciendo una tarea agradable con tu hijo (Ej: desayunar juntos, ver una película, jugar a las cartas, hacer una excursión, acompañarle al colegio, jugar con él, visitar a familiares, leer un cuento, etc), inicia una conversación con él (adaptada a la edad de cada niño).

- Coméntale cuanto te gusta esa actividad, a continuación, pídele que comparta contigo lo que más le gusta de esa actividad, guíale para que se vaya fijando en los detalles de la escena.

- Pídele que cierre los ojos y que describa con los otros sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) la escena que está viviendo. Enséñale que puede enriquecer la misma actividad con los diferentes sentidos.

- Coméntale cuan agradecido estás por poder disfrutar de esa actividad. Pídele que piense a qué o a quién tiene que estar agradecido por poder disfrutar de ese momento.

- Toma un momento en silencio para disfrutar plenamente de esa actividad. Comparte con él que sensaciones y emociones te hacen sentir. Pregúntale qué emociones siente él.

Con estas técnicas estarás iniciando a tus hijos para que tomen consciencia de las actividades agradables de la vida, aprendan a agradecer por poder disfrutarlas y en definitiva que las valoren.

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Autor: María José Orgaz
Fuente: Espectacularkids