13/1/14

¿Cómo escribe tu hijo?

Fijémonos en la forma en que los niños cogen el lápiz

Parte primera: la teoría

Cómo darse cuenta a tiempo de que no hay una buena sujeción del lápiz y qué hacer para prevenirla.

Muchos padres y maestros no dan mucha importancia a la forma en que los niños comienzan a coger el lápiz, tal vez porque piensan que el niño irá encontrando por sí mismo la forma que le sea más cómoda.

Esto es cierto solo en parte: ayudar a los niños pequeños en edad preescolar a coger adecuadamente el lápiz, garantiza una mejor adaptación a la escuela (y no solo en su momento inicial), ya que desde la primera clase se encontrará con una avalancha de consignas escritas.

Además, cuanto antes detectemos una postura incorrecta, menor será el esfuerzo para corregirla, recolocando los dedos en la posición correcta.

Según la Asociación Europea de Disgrafías, hay diferentes tipos de posturas disfuncionales, entre estas, las más comunes son

Cómo darse cuenta de que no hay una buena sujeción del lápiz1. Mordedura

2. Posición de barrido: prensión con el pulgar adelantado.

3. Crispación en los dedos: prensión con el pulgar retraído.

4. Prensión en punta.

5. Apoyos múltiples: prensión con más dedos.  Sujetan el lápiz utilizando tres dedos, colocan la punta de los tres dedos sobre el lápiz, en vez de utilizar el dedo corazón como punto de apoyo, lo colocan también encima del lápiz.

6. Prensión “abrazo de la muerte” (death grip).

La prensión correcta es la siguiente: la mano está doblada en semipronación, se coge el instrumento haciendo pinza entre el pulgar y el índice, mientras que la primera falange del corazón hace de soporte para asegurar una correcta sujeción. El anular y meñique, semidoblados, proporcionan el apoyo de la mano sobre la hoja.

La herramienta gráfica debe ser cogida dos dedos por encima de la punta.

Ya en el ciclo de educación infantil y sobre todo durante el último año antes de pasar a la escuela primaria, se debería intervenir si se detectan dificultades. A veces la corrección es muy sencilla, otras veces se necesita un poco más de paciencia y perseverancia, pero en cualquier caso, es muy importante evitar que el niño llegue a la escuela primaria con una mala prensión del lápiz, ya que las consecuencias pueden ser fatiga y dolor en dedos, muñeca, e incluso en el brazo, que sumados a la irritabilidad y al rechazo hacia el material de escritura, pueden hacer la vida escolar difícil y desagradable.

Sin duda, es importante tomar medidas tan pronto como sea posible, pero aunque tardemos en detectar una postura incorrecta de la mano y de los dedos, aún será posible tomar medidas para mejorarla.

Segunda parte: la práctica

Todo consejo sugerencia es útil siempre y cuando sea un supervisor cualificado el que guíe al niño en el proceso de corrección: los niños tienden a sustituir su postura habitual por otra, llevando a cabo ajustes que a menudo también son incorrectos. Por ello, es importante controlar el proceso de cambio ajustando de vez en cuando la prensión con el fin de alcanzar la correcta.

A continuación proponemos algunos ejercicios que promueven la elasticidad de los dedos que es la base para una buena prensión.

1. Flexión y extensión de los dedos:ejercicios que promueven la elasticidad de los dedos  para una buena prensión

Unir las puntas de los dedos pulgar e índice que utilizamos para escribir.

Estirar tanto como sea posible hacia el exterior.

Continuando con las puntas de los dedos apretadas, estrechar lo más posible a la cavidad interna entre los dos dedos.

Repetir la operación varias veces.

Hacer lo mismo con el pulgar y el dedo medio y, luego, con el pulgar, el índice y el dedo medio a la vez.

2. Dibujar grandes caracoles, comenzando desde el interior, primero en un sentido y luego en el otro; Fijaros como, manteniendo el brazo quieto y moviendo solo los dedos y la mano, se repite el mismo ejercicio de extensión y flexión cuando escribimos.

3. Presionar las puntas de los dedos sobre el pulgar de la misma mano.

4. Con la mano bien apoyada y extendida sobre la mesa con los dedos bien abiertos, tratar de levantar los dedos, uno por uno.

5. Dar un toque de color a un dibujo simplemente haciendo unas bolitas con papel de colores sacado de revistas y rellenando con ellas los espacios como en un mosaico. Nota: solo se pueden utilizar el dedo pulgar, índice y medio, especialmente de la mano con la que se escribe) para redondear las bolas.

6. Moldear plastilina para formar pequeñas bolas.

7. Una vez ensayados los ejercicios anteriores, se puede empezar a trabajar cómo agarrar correctamente el lápiz.

Este tipo de corrección se debe hacer, preferentemente, durante el período de vacaciones, es decir, cuando el niño no tiene que lidiar con el ritmo y la velocidad de escritura que la escuela le exige, o sea, cuando tiene el tiempo suficiente para hacer los ejercicios y asimilarlos, establecer y controlar el nuevo agarre, y abandonar el incorrecto.

Este proceso no es automático, sino que requiere paciencia y mucha buena voluntad por parte del niño, una buena guía especializada y la cooperación de los padres que se deben comprometer en casa en la puesta en marcha de las tareas que el especialista manda.

Los tiempos para lograr el éxito de la corrección son muy subjetivos: dependen de lo severa que sea la postura que se pretende corregir, del tiempo transcurrido desde que el niño
empezó a adoptarla y con qué frecuencia, la actitud del niño hacia este tipo de cambio, del período el año en que se realiza la corrección y del tipo de trabajo que se intente llevar a cabo.

Pero es importante hacer el esfuerzo y poner remedio a las malas posturas, ya que estas causarán, en un futuro, cansancio, lentitud en la escritura, dolores en los dedos, mano, muñeca, además de tensión y crispación.

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Autor: Elisa Grosso
Fuente: Espectacularkids