Si bien San Valentín se conoce como una celebración centrada en el amor de pareja, en muchos países se extiende a amigos y familiares, a quienes se les homenajea con un detalle o un gesto que recuerde el amor que sentimos por ellos.
El Día de los Enamorados es un día en el que celebramos el amor, sin embargo pareciera que se dejara fuera a los hijos, que en definitiva son la muestra más pura del amor, un amor elevado, incondicional. Por tanto, os propongo este año una celebración muy especial: un San Valentín para los hijos, ¿por qué no?.
Podéis hacer un festejo con la pareja haciendo también partícipes a los niños en vuestra celebración de San Valentín. Ya os hemos dado algunas ideas para celebrar un San Valentín especial, aún con hijos. Los planes pueden ser diferentes a los que hacíamos solos cuando aún no había niños, pero no por eso dejaremos de celebrar una fecha especial en la que por cierto, los hijos tienen mucho que ver.
Una cena romántica en familia que finalice con un momento de intimidad para la pareja cuando los niños se van a dormir, un día de spa con los niños, un almuerzo especial o una escapada de fin de semana pueden ser planes de lo más románticos en el que disfruten tanto los niños como la pareja.
Los detalles también son muy importantes con los niños. Esa magia que ponemos en la etapa de enamoramiento con nuestra pareja, podemos trasladarla a nuestros hijos. Dejarles un cartelito en la agenda del cole, debajo de la almohada, una chocolatina en el bolsillo, una cena con velas o un momento especial a solas son gestos muy importantes para ellos. Les recuerda que estamos ahí, que pensamos en ellos, que les prestamos atención y que les adoramos por encima de todo.
Al fin y al cabo se trata de celebrar el amor. Y no hay amor más grande que el que sentimos por nuestros hijos. Os propongo este año un San Valentín para los hijos, pero sobretodo, vivir un San Valentín cotidiano recordándoles cada día lo mucho que les queremos.
Fuente: http://www.bebesymas.com
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