19/5/14

Cómo vivir con niños altamente sensibles

Niños con los cinco sentidos a flor de piel.

Niños con los cinco sentidos a flor de pielA veces los padres nos encontramos con niños que son especialmente temerosos a todo, no quieren probar a hacer cosas nuevas, son quejicas y parece que todo les molesta (los ruidos, la gente). Aunque tratamos de explicarles que las cosas no son tan exageradas parece que no lo entienden, cosa que nos desespera porque no sabemos cómo conseguir que cambien.

Lo primero que tenemos que saber es que nuestro hijo no es ningún cobarde y que no tiene por qué serlo en un futuro. Probablemente nos encontramos ante un niño con un rasgo de alta sensibilidad. Una de cada 5 personas tienen un sistema nervioso altamente sensible. Esto quiere decir que tiene una mayor capacidad para recibir estímulos a través de los sentidos, por lo que sienten de manera incrementada lo que otras personas percibimos de forma normal.

Lo primero que tenemos que aceptar como padres es que esto es un rasgo como puede ser la timidez, no se puede cambiar aunque sí se puede aprender a modular. Podemos conseguir potenciar lo que esta forma de percibir el mundo tiene de positivo y ayudarles a disminuir los aspectos negativos.

Otros rasgos que pueden ir asociados a un niño con alta sensibilidad pueden ser: asustarse con facilidad, que no le gusten las sorpresas, que suela ser muy observador e intuitivo, más interesado por las cosas de adultos, inseguros, perfeccionista, creativo, aficionado a los juegos tranquilos y muy sensible al dolor (puede resultar quejica), a los ruidos o por ejemplo a la ropa (todo le pica). Si no se canaliza bien este tipo de rasgo en un futuro pueden volverse una persona insegura, tener problemas a la hora de relacionarse con los demás ya que se hacen muy sensibles a las críticas o padecer diferentes trastornos de ansiedad.

Las pautas que tenemos que tener en cuenta para poder ayudar a un niño altamente sensible son:

• Potenciar la parte creativa: intentar buscar alguna disciplina que les guste (música, baile, fotografía) ya que les ayudará a mejorar su autoestima, además de permitirle tener una vía para canalizar parte de ese exceso de estímulos que perciben.

• Los enfrentamientos a aquellas situaciones que les generan ansiedad deben ser muy paulatinos y constantes. Es mejor hacer un enfrentamiento pequeño a diario o semanal, que un gran enfrentamiento al mes.

• Dejar que liberen y expresen sus emociones, aunque nos puedan parecer excesivas, ya les iremos ayudando a modularlas. Reprimirlas solo les llevará a sentirse más inseguros.

• Mostrar empatía con ellos. No eligen ser así, no pueden evitarlo.

• Cuando haya que poner límites intentar no meter carga emocional del tipo “eres malo” o “eres un desastre”, ya que ese tipo de críticas las hacen muy personales y se las toman muy en serio generando ansiedad e inseguridad.

• Jugar a romper normas para que vayan viendo que no pasa nada.

• Juegos de experimentación.

• Fomentar las amistades ya que a veces prefieren no quedar con gente porque se sienten muy agredidos en cuanto alguien les dice algo.

Un niño altamente sensible tiene mucho potencial, solo tenemos que tener un poco paciencia para ayudarle a canalizar y modular todo ese exceso de información. Si vamos poco a poco, nuestro hijo se desarrollará de una forma saludable con un gran nivel de creatividad y sensibilidad.

Autor: Almudena Martínez Alonso
Fuente: http://espectacularkids.com
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