15/7/14

No lleves a tu bebé mirando hacia fuera


Cada vez más padres se apuntan a llevar al bebé en un portabebé, porque es práctico, cómodo y porque quienes lo practican descubren que es una experiencia maravillosa tanto para el bebé como para el porteador.

Pero no cualquier forma de portear al bebé es la adecuada. No es colocarse una mochila o atarse un pañuelo sin más. Una de las reglas básicas del porteo es no llevar a tu bebé mirando hacia afuera. Te explicamos a continuación por qué.

También puede ver el mundo mirando hacia dentro
Se suele creer que es mas estimulante para el bebé ir mirando hacia fuera, hacia el mundo. Puede ver la gente que vamos cruzando, ir admirando la naturaleza y descubriendo todo a su alrededor.

Pero también puede hacerlo si va mirando hacia a ti, teniendo además la posibilidad de descansar sobre tu pecho cuando se sienta cansado. El porteo es una ocasión estupenda para ir pegadito a mamá o a papá, escuchar el latido de su corazón y sentirse allí seguro y protegido.

Postura de acople, la más natural
La postura del bebé mirando hacia fuera es antinatural. La forma natural de la espalda es en forma de C y al tenerla contra el cuerpo del porteador no le es posible mantener esta posición, siendo perjudicial tanto para el bebé como para la persona que portea ya que hace que inconscientemente fuerce su propia espalda para contrarrestar la postura.

La postura natural es la de acople entre porteador y bebé, el cuerpo del bebé en contacto con el pecho de porteador. Demás está decir que el porteo facilita la lactancia materna, ya que con un simple gesto el bebé puede tener acceso al pecho de mamá. Si está cansado gira la cabeza y se duerme tan a gustito en su pecho.

Contacto visual con tu bebé
En cambio, al ir mirando hacia fuera se pierde el contacto visual con el bebé y no podemos controlarle en todo momento. El recién nacido no tiene control de su cabeza, por lo que esta queda colgando hacia delante sin ningún soporte. Al mirar hacia dentro pueden apoyarla en el pecho del porteador, además debes elegir un portabebé que proteja su cabeza.

Mirando hacia ti, lo mejor para sus piernas
Otra razón importante para decirle no al porteo de cara hacia el mundo es porque afecta el desarrollo óseo de la cadera del bebé. Las piernas deben ir colocadas en forma de M, es decir, el portabebé tiene que sujetar todo el culete y las piernas hasta la altura de las rodillas, evitando la sujección desde la ingle que además de hacerle daño, hace que las piernas queden colgando.

En el porteo hacia fuera es imposible que se de esta posición de las piernas, en cambio hacia dentro, si elegimos el portabebé adecuado, el bebé queda colocado como si fuera una ranita. 

Evita las mochilas colgonas y busca un portabebé ergonómico que sujete bien las piernas. No en una posición forzada, sino natural.

Hacia fuera, lo peor para tu espalda
Llevar a tu bebé tiene que ser placentero, no hacerte daño. En la posición hacia fuera tu espalda se carga en exceso, ya que se intenta contrarrestar el peso del bebé haciendo que la columna se arquee.

Un buen portabebé es aquel que reparte el peso del bebé de forma homogénea. El niño tiene que quedar lo suficientemente alto como para que lleguemos a darle un beso prácticamente sin agacharnos. Si queda demasiado bajo, el peso no se reparte de forma adecuada cargando demasiado las lumbares del portador.

Portear a tu bebé es una experiencia que debes probar porque te aseguro que engancha, pero no lleves a tu bebé mirando hacia fuera. Te lo recomiendo no sólo para salir a pasear, que es mucho más práctico al dejar las manos libres, además de ser beneficioso para el vínculo entre ambos, sino también para hacer las tareas cotidianas como limpiar la casa, ir al supermercado o cualquier otra actividad de la rutina diaria.

Fuente: http://www.bebesymas.com
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