6/8/13

Un buen verano para tus niños

Una combinación equilibrada ocio-aprendizaje es siempre la mejor opción.

Es verano, el año escolar que acaba de terminar ha estado lleno de compromisos, plazos, interrogantes y cargado de numerosas nociones nuevas. Los niños llegan al verano cansados y deseosos de hacer cosas diferentes para divertirse y dedicarse a lo que han tenido que descuidar a lo largo del año escolar: fiestas, juegos, viajes, mar, y sobre todo, ¡despreocuparse!

Es esencial dejar algún día absolutamente libre de compromisos después de finalizar el curso, pero con cuidado de no exagerar: cuando los niños dicen que están cansados y no quieren hacer nada, en realidad (y eso ¡ni siquiera ellos lo saben!) eso no es exactamente así, porque necesitan mantenerse ocupados, ya que su descanso rápidamente se convertiría en aburrimiento y, peor aún, en apatía y peligroso apego por la TV o las videoconsolas. Es necesario que, de acuerdo con ellos y respetando sus inclinaciones y pasiones, planifiquemos el verano, de tal manera que mantengan activos la mente y el cuerpo. Sin embargo no hay que ser demasiado rígidos o llenar todo su tiempo, debemos recordar que una combinación equilibrada es siempre la mejor opción.

Así que, SÍ a los deportes al aire libre, a los campamentos de verano, y a todo tipo de actividad organizada por los municipios, instituciones, y particulares en los que las palabras claves son ¡pasárselo bien, grupo y movimiento!

Asimismo, nuestra mente tiene que mantenerse activa y ser constantemente estimulada para trabajar mejor. Los niños, durante el año escolar, han aprendido una gran cantidad de conceptos y para evitar que terminen olvidados necesitan que se les quite un poco el polvo.

SÍ a los talleres que fortalecen las capacidade cognitivas, donde los niños trabajan su capacidad de atención, memoria y habilidad para resolver problemas a través de juegos educativos. SÍ tambièn a los talleres que potencian las habilidades escolares y las socio-emocionales.

SÍ a las actividades como teatro, ajedrez y todo lo que puede estimular su creatividad. SÍ a lo que les divierte. SÍ a los juegos de toda vida: batalla naval, ahorcado, tris, sudoku… rotundamente mejor con lápiz y papel y no en formato digital, ya que esta fórmula implica la interacción con los demás, ¡que es tan esencial!

También es importante tener siempre un buen libro para leer y programar un calendario para realizar los posibles deberes que les hayan mandado. En este sentido, es recomendable organizar bien su tiempo, por lo que, de acuerdo con el pequeño (de lo contrario no funcionaría), decidiremos cuánto rato dedicará cada día al estudio. De esta forma evitaremos sobrecargarlos de trabajo o enfrentarnos a la desagradable necesidad de realizar los deberes en el último momento.

Un poco de aburrimiento es importante para apreciar los otros momentos de actividad, pero ¡definitivamente NO a demasiado tiempo libre! No valdría para nada y menos aún para descansar: la inactividad prolongada aburre y cansa mucho más que tener compromisos y, sobre todo, que no tener un objetivo que perseguir, ya sea física o intelectualmente. La inactividad prolongada pone la mente en modo espera y no enseña a nuestros hijos a un esfuerzo saludable, necesario para alcanzar nuestros objetivos y ¡obtener la satisfacción que ello supone!

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Autor: Elisa Grosso
Fuente: Espectacularkids