9/9/14

Todavía tenemos mucho que aprender sobre las alergias alimentarias

Parece que la diferencia entre la alergia y la intolerancia no está muy clara y recientemente hemos podido leer y escuchar en medios de comunicación cómo se confunden y no se tratan correctamente. Recordamos que los síntomas de una alergia alimenticia más característicos son: falta de respiración, hinchazón, dolor de estomago, nauseas, vómitos, dermatitis, diarrea, dolor en el pecho, urticaria, perdida de conocimiento y el más grave, la anafilaxia, que es una reacción potencialmente mortal. Si esto ocurre, es urgente llamar de inmediato al 112 ya que necesita atención profesional médica y además recomendamos disponer de las adrenalinas en casa o en una bolsa de paseo. Las reacciones pueden variar dependiendo de la persona y su sensibilidad alérgica, ya que hay niños que les provoca reacción tan sólo el contacto físico con el alérgeno.

Y es que recientemente hemos conocido la noticia del fallecimiento de un niño de seis años y a través de los medios se hablaba de alergia a la lactosa (?) como la causa. Y es que todavía nos queda mucho por aprender y por recomendar además de mentalizarnos de los riesgos que un mal etiquetado puede tener en la salud de un niño. Desde este blog recordamos a todas las marcas la necesidad de incluir, aunque sea obvio como en la imagen que ilustra el artículo, los alérgenos que tiene el alimento para prevenir el consumo por niños alérgicos. 

Recordamos que hay proteínas lácteas en muchos productos: pan, embutidos, yogures (aunque no sean de leche), galletas, chucherías, etc. y hay que tener mucha precaución. Por eso seguimos pidiendo que las marcas etiqueten con todo detalle, que realicen labores de divulgación y de información y sobre todo que no se confunda la alergia con la intolerancia. Porque la intolerancia es una respuesta del sistema digestivo que sucede cuando un alimento nos provoca irritación porque el estomago no lo tolera. La intolerancia más común es a la lactosa que está presente en la leche.

Los niños con alergias alimentarias suelen presentan problemas respiratorios, aunque me parece que uno es consecuencia del otro y no al revés. Por eso es muy importante analizar la evolución de los niños alérgicos y su respuesta en el sistema respiratorio. Si el niño tiene mucha alergia seguramente puede tener dificultades respiratorias aunque lo mejor es que los profesionales, un alergólogo o un neumólogo, traten al paciente después de disponer de un diagnóstico acertado.

En los colegios es fundamental que existan protocolos de actuación y en el resto de actividades o visitas educativas que realicen los niños siempre tiene que haber mucha información anticipada e incluso no descarto que los peques con alergias tengan que llevar su propia comida para reducir al máximo los riesgos.

Nota: en la imagen se puede ver un producto que aunque indica que es leche aún se especifica, en otro color, que el producto contiene leche. Quizá sea un poco exagerado aunque cualquier recomendación e información adicional se agradece, especialmente por los niños alérgicos y sus familias.

Fuente: http://www.pequesymas.com
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