12/1/15

El primer año de vida determina las preferencias alimentarias de los niños


Cada vez está más claro que el primer año del bebé influye significativamente en el resto de su vida. La mente y el cuerpo tienen "memoria" y también los futuros hábitos alimenticios del niño pueden verse determinados por su primer año de vida.

Una serie de estudios que se publican en la revista "Pediatrics" concluyen que los patrones alimenticios persisten en el cerebro mucho más tiempo de lo que se había pensado hasta ahora. De modo, que hay que incluir una dieta de calidad cuando se inicia la alimentación complementaria.

A la mayoría os parecerá obvio, pero también hemos tenido casos que nos preguntaban si el chocolate era bueno para un niño de seis meses y cuestiones por el estilo.
Los 11 estudios publicados en «Pediatrics» han analizado las dietas de 1.500 niños de unos seis años de edad y los compararon con sus mismo hábitos alimenticios durante su primer año de vida.

De este modo, los niños que habían seguido una dieta baja en frutas y verduras durante su primer año de vida, mantenía esas preferencias a los seis años. Ya sabemos de la importancia de estos alimentos en la dieta, por lo que no hay que desistir si al bebé le cuesta tomar fruta al principio, es de lo más normal.

Tampoco tenemos que omitir del menú los alimentos que a nosotros no nos gustan, porque de alguna manera estamos perpetuando ese rechazo, cuando es más que probable que el bebé acepte ese alimento mejor.

La neofobia o miedo a probar alimentos nuevos a menudo deriva de una dieta pobre en variedad y sabores, por lo que desde el principio, con mucha paciencia, compañía y cariño, hay que dejar que los niños vayan experimentando con alimentos adecuados a su edad.

Si tras los seis meses vemos que al bebé le cuesta mucho aceptar alimentos nuevos y hasta el año solo "le gusta" o ha probado un par de frutar y un tipo determinado de papilla o de carne... no desesperes. Aún tenemos algo de tiempo para seguir intentándolo, además procurando que nunca la hora de comer se convierta en un problema.

El reto en muchos casos está en cambiar la dieta de toda la familia, ya que al fin y al cabo los niños comen lo que preparan los padres y al final toda la familia comerá lo mismo. De modo que, para evitar malos hábitos e instaurar otro más saludables, lo mejor es que lo hagamos todos desde el principio...

Uno de los estudios, sobre el cual volveremos, desvela que las bebidas azucaradas antes del año lo único que hacen es fomentar la obesidad y hacer que los niños a los seis años las consuman en exceso en lugar de ocasionalmente, que es como deberían ser tomadas si no queremos que aumenten otros riesgos (caries...).

En definitiva, los bebés no hacen un "reseteado" de lo que ha sido su vida antes de los doce meses. Todo lo que pasa en su vida desde el principio tiene importancia, y el primer año determina las preferencias alimentarias de los niños y de los futuros adultos.

Fuente: http://www.bebesymas.com
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