2/3/15

Adolescentes y tecnología: el uso puede convertirse en abuso. Cómo poner énfasis en la prevención


El doctor Carlos González Navajas, de la Unidad de Trastornos Mentales en Infancia y Adolescencia (Clínica la Luz), cuenta que en dicha Unidad se encuentran con chavales obsesionados por estar conectados, que no apagan sus dispositivos por la noche. Son chicos y chicas que llegan a alterar sus actividades cotidianas para utilizar cada vez más smartphones, ordenadores, consolas…

El uso se puede convertir en abuso debido a la presencia generalizada de dispositivos tecnológicos y redes sociales, y debido a las facilidades para su utilización que tienen los menores; añadiría yo que como factor predisponente se puede encontrar la falta de límites, que es una tarea de los padres. Hay diferencias entre los sexos al hablar de uso abusivo, por ejemplo las chicas tienden más a las redes sociales, los chicos a juegos de video consola u ordenador. suele ocurrir que los adolescentes (fundamentalmente varones) con carácter tímido, retraído y que presentan dificultades relacionales, tiendan al abuso, ya lo comentábamos en este post hablando de cómo la falta de habilidades offline aumenta el riesgo de conductas disociales en red.

Ayer mismo, los profesionales de la Unidad de Trastornos Mentales en Infancia y Adolescencia, celebraron ayer mismo una Jornada en la que se abordó la problemática que se deriva del consumo excesivo por parte de niños, adolescentes y adultos jóvenes
¿Qué caracteriza a un niño / adolescente obsesionado por la tecnología?

Además de la obsesión por estar siempre conectado que he comentado, se pueden volver irritables y tener cambios de humor (que se calman al conectarse de nuevo).

Los ritmos de comida y suelo se alteran y se excitan con más facilidad y puede suceder que disminuya el rendimiento académico o tengan falta de horas de sueño.

Como recordaréis, en esta entrevista a Clara Marco, de hace dos años, ya aprendimos que el abuso de la TIC puede llegar a interferir con el desarrollo de actividades cotidianas, repercutiendo en el ámbito social y familiar. Es paradójico, pero las Redes Sociales pueden pasar de facilitar las relaciones interpersonales, a reducirlas cuando en la ‘vida real’ (me cuesta expresar la idea con palabra, no creo que un chat sea una relación irreal, me refiero más bien a las interacciones tangibles).

La clave: evitar el abuso
Se definen unas pautas claras a implementar por los padres para evitar el uso abusivo de la tecnología por parte de los hijos:

Los dispositivos tecnológicos no pueden estar en la habitación del niño o adolescente, sino en una habitación de tránsito, como el salón o un despacho.

Además, tiene que haber una persona adulta presente cuando el menor esté utilizando la tecnología para que controle el tiempo de exposición, así como los contenidos que se visitan.

Es fundamental es que las contraseñas de acceso a las redes sociales y otros canales no estén sólo en posesión del niño, sino que los padres también deben conocerlas.
Introducir la limitación del uso de diferentes pantallas (móvil, ordenador, tablet, consola…) y pactar con los hijos en qué circunstancias no deben utilizar nunca el móvil, por ejemplo, no llevarlo al colegio o en reuniones familiares o que los fines de semana sólo se utilice para comunicarse con los amigos”.

Controlar (o supervisión) el contenido para prevenir el ciberbullying, grooming, o los niños no accedan a páginas de contenidos peligrosos: el doctor José Luis Pedreira da como ejemplo las páginas que hablan sobre cómo suididarse o que son pro Ana y Mia - anorexia y bulimia -, yo también considera o la pornografía hardcore inadecuada en niños de menos de 14 o 15 años, o las imágenes de ejecuciones, etc.

Me gustaría que todos los padres de amigos de mis hijos establecieran las mismas limitaciones, no siempre es así, claro, por mi parte me limito a explicar porqué en casa hay determinadas restricciones y a exponer mis valores; no digo que no me den ganas a veces de encerrarlos en una jaula de cristal, pero desde luego no sería bueno.

Lo que si que he hecho a veces es hablar con otros padres u otras madres para contarles lo que espero de ellos (en estos temas, claro) cuando mis hijos están en sus casas, sin que por ello deban sentirse juzgados, no sé, es como cuando invitan a tu hijo a bañarse en la piscina de un apartamento, y tu te aseguras antes de dejarle de que habrá vigilancia adulta, por decir las cosas nadie tiene por qué sentirse mal. Sé que conforme crezcan las posibilidades de limitar serán menos, pero es que si no sentamos bases, después tendremos poco que decir.

La prevención es fácil en la teoría, y más fácil que la cura en la práctica, pero con la tecnología resulta complicado porque forma parte de nuestras vidas y está presente en los hogares: una droga hay que salir a la calle a comprarla, el ordenador, la tablet, la consola, la televisión… son como un invitado que siempre está en casa. Por eso es tan importante poner en práctica las pautas que se aconsejan.

Adicción Tecnológica
Cuando leí que en Corea del Sur existían programas estivales de desintoxicación (aquí enviamos a los niños a un Campamento de Inglés o de Naturaleza, allí a desintoxicarse), pensé ‘cuando las barbas de tu vecino veas cortar…’. Pues eso, en la Unidad de Desintoxicación de la Clínica la Luz, ingresan a los adolescentes, para separarlos de la fuente ‘tóxica’, de esta manera les ayudan a recuperar un ritmo de vida con más control sobre actividades propias de su edad, y la posibilidad de fomentar relaciones personales.

También trabajan con los padres mediante terapia, porque toda familia es un sistema, y los cambios deben suceder en cualquier dirección.

Fuente: http://www.pequesymas.com
Leer más: http://www.pequesymas.com/psicologia-infantil/adolescente-y-tecnologia-el-uso-puede-convertirse-en-abuso-como-poner-enfasis-en-la-prevencion