A menudo os hablamos de la preeclampsia, ya que es una afección bastante común durante el embarazo, pero, ¿qué es la eclampsia? ¿Se produce durante el embarazo, en el parto o puerperio? ¿Se vuelve a repetir en sucesivos embarazos? A todas estas cuestiones os damos respuesta a continuación.
La hipertensión en el embarazo abarca un conjunto amplio de condiciones que se acompañan de elevaciones de la presión arterial durante el embarazo, entre las cuales están la preeclampsia y la eclampsia. Es decir, la eclampsia es un desorden hipertensivo que se produce durante el embarazo.
Aunque los desórdenes hipertensivos son bastante comunes en mujeres embarazadas (afectan aproximadamente al 10% de estas), la mayoría de casos suelen ser leves. Pero otros pueden ser muy severos y llegar a tener un gran impacto en la salud de la embarazada y su bebé y en este último caso está la eclampsia.
De hecho, la eclampsia es el estado más grave de la enfermedad hipertensiva en el embarazo. Es la aparición de convulsiones o coma durante el embarazo después de la vigésima semana de gestación, el parto o en las primeras horas del puerperio, sin que estas convulsiones tengan relación con afecciones neurológicas.
El término "Eclampsia" viene del griego "éklampsis" ἔκλαμψις [ek(s) ἐκ(ς) 'de dentro hacia fuera' + lamp- λάμπω 'brillar' + -síā ] y su significado está relacionado con el carácter de súbito, repentino, relampagueante. Antiguamente se quería indicar con ello la aparición brusca de una tempestad en un cielo tranquilo.
Esa tempestad serían las convulsiones, aunque hoy se sabe que el "cielo" no estaba tan tranquilo porque las convulsiones se presentan generalmente en una gestante que ha pasado por las etapas anteriores de la enfermedad, la preeclampsia. Es decir, que una preeclampsia puede evolucionar y desencadenar la eclampsia. Por eso ha de estar muy controlada, diagnosticarse y tratarse rápidamente.
Recordemos que la preeclampsia es una complicación grave del embarazo en la cual una mujer presenta hipertensión arterial y aumento de peso muy rápido.
Cuando la preeclampsia evoluciona y no se controla, puede dar lugar a la eclampsia, que como hemos adelantado es la presencia de crisis epilépticas (convulsiones) en una mujer embarazada. Estas convulsiones no tienen relación con una afección cerebral preexistente. Profundicemos en sus causas, síntomas y tratamiento.
Eclampsia en el embarazo
Causas y síntomas de la eclampsia
A pesar de que aún no se sabe exactamente qué es lo que causa la eclampsia, se acepta comúnmente que los siguientes factores pueden jugar algún papel: problemas vasculares, factores cerebrales y del sistema nervioso (neurológicos), la dieta y los genes.
La mayoría de las mujeres con preeclampsia no evolucionan hasta tener convulsiones. Pero si se observan los siguientes síntomas en una mujer con preeclampsia (más allá del aumento de peso o la hinchazón, que son los síntomas más comunes), es probable que evolucione hasta la eclampsia:
Exámenes sanguíneos anormales
Dolores de cabeza
Presión arterial muy alta
Cambios en la visión
A su vez, la posibilidad de desarrollar preeclampsia (y por tanto que esta evolucione a eclampsia) aumentan si la madre tiene 35 años o más, es de raza negra, es su primer embarazo, tiene diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal, va a tener más de un bebé (como gemelos o trillizos) o es adolescente.
La eclampsia no es muy común, ocurre en aproximadamente 1 de cada 2000 a 3000 embarazos. Si la preeclampsia se ha convertido en eclampsia, entonces los síntomas son los siguientes:
Molestias o dolores musculares
Crisis epiléptica (convulsiones)
Agitación intensa
Disminución del nivel de conciencia o pérdida del conocimiento
El médico llevará a cabo un examen físico para buscar las causas de las convulsiones y se pasa a verificar regularmente la presión arterial y la frecuencia respiratoria. También se pueden realizar exámenes de sangre y orina para verificar distintos niveles.
La eclampsia y el parto
Para evitar que la preeclampsia grave progrese a eclampsia lo mejor es dar a luz al bebé (en algunos casos, para evitar riesgos, cuando se acerca la fecha prevista de parto se programa el nacimiento). Con un monitoreo cuidadoso, habitualmente el objetivo es manejar los casos graves hasta las semanas 32 a 34 del embarazo y los casos leves hasta que hayan pasado de 36 a 37 semanas. Esto ayuda a reducir las complicaciones de un parto prematuro.
Si ya se han producido convulsiones, a la madre le pueden suministrar medicamentos para prevenirlas convulsiones mediante medicamentos anticonvulsivos. También pueden prescribirle medicamentos para disminuir la hipertensión arterial.
Durante el parto, las mujeres con eclampsia o preeclampsia tienen un riesgo mayor de separación de la placenta (desprendimiento prematuro), parto prematuro que lleva a complicaciones en el bebé y problemas de coagulación de la sangre.
Los signos y síntomas de preeclampsia generalmente desaparecen por completo después de seis semanas tras el parto. Sin embargo, algunas veces, la hipertensión arterial empeora en los primeros días posteriores al parto y se puede desencadenar eclampsia en el puerperio (aunque estos casos son más extraños que durante el embarazo).
Los últimos estudios señalan que la preeclampsia y la eclampsia posparto podrían surgir días o semanas después de un nacimiento normal incluso en mujeres que no la hayan padecido durante el embarazo, por lo que hay que estar atentas a los síntomas también tras el parto.
Las mujeres que han tenido preeclampsia durante un embarazo son más propensas a desarrollarla de nuevo en sucesivos embarazos (con el riesgo de eclampsia), aunque normalmente no será tan grave como la primera vez.
En definitiva, recuerda que hacer el seguimiento ginecológico y recibir atención médica durante todo el embarazo es importante para prevenir complicaciones y detectar a tiempo problemas como la preeclampsia, que precede al caso más grave de hipertensión en el embarazo que es la eclampsia, peligrosa para la madre y el bebé.
Fuente: http://www.bebesymas.com
Leer más: http://www.bebesymas.com/embarazo/que-es-la-eclampsia