1/3/15

¿Qué pasa si aumento mucho de peso en el embarazo?


La visita al ginecólogo se convierte en el momento más temido para muchas embarazadas. ¿Me habré pasado de kilos? ¿Por qué engordo tanto? ¿Qué pasa si aumento mucho de peso en el embarazo? Son algunas de las preguntas que se hacen las mujeres durante esta etapa y vamos a intentar darles respuesta.

Después de haber visto qué pasa si aumento poco de peso durante el embarazo nos trasladamos al extremo contrario (y que suele ser más común): cuando la embarazada coge kilos en exceso, lo cual conlleva ciertos riesgos.

No obstante, empezaremos diciendo que "mucho" o "poco" peso dependerá de cada caso particular (bueno, 20 kilos es muchísimo en cualquier caso) y cada mujer se moverá en un rango de aumento de peso "ideal" diferente. Pero ya sabemos que, aproximadamente, se considera un aumento de peso aceptable el que se sitúa entre los 9 y los 12 kilos.

Yo diría que si son 15 tampoco pasa nada, pero eso debe determinarlo el médico en cada caso. Porque el estado de salud materno se puede medir por muchas variables y también hay que controlar el crecimiento fetal adecuado, lo cual se hace en las revisiones periódicas del embarazo. Si tu peso está por encima de lo recomendado, es posible que te hagan más revisiones y ecografías.

Lo que no deberían es hacerte sentir culpable por una cuestión que no controlas, sino ofrecerte soluciones y herramientas para controlar el peso (más abajo te orientamos al respecto).

Estos son algunos de los riesgos más frecuentes para las mujeres embarazadas con sobrepeso, que suelen ser entre un 20% y un 40% de las mujeres en estado:

Durante los meses de gestación un exceso de peso aumenta el riesgo de un amplio abanico de enfermedades y complicaciones médicas: hipertensión, diabetes gestacional, preeclampsia, tromboembolismo, infecciones del tracto urinario, amenaza de parto pretérmino, parto vaginal instrumentado, cesárea, hemorragia postparto, infección...

Son más frecuentes los problemas circulatorios, sobre todo en el tercer trimestre, como las varices, las hemorroides, el edema...

La mayor carga muscular y ósea hace que las embarazadas con sobrepeso padezcan más dolores de piernas, de espalda, que tengan más dificultades para dormir y descansar... 

También se fatigan antes al realizar algún ejercicio o esfuerzo.
El bebé también puede verse afectado por el exceso de peso materno, ya que el ambiente donde se desarrolla el feto, es decir, las condiciones del útero materno, condicionan su desarrollo durante su vida postnatal. En el futuro pueden desarrollar obesidad, diabetes tipo 2 u osteoporosis. También se han señalado otros riesgos como problemas neurológicos como autismo y esquizofrenia, enfermedad cardiovascular, envejecimiento prematuro e incluso cáncer.

Además, existe el riesgo de que haya complicaciones fetales infradiagnosticadas por la peor visualización de los órganos en las ecografías (debido a la capa de grasa que e interpone entre el aparato de ultrasonidos y el feto).

Existe el riesgo de macrosomía fetal (tamaño excesivo del feto, más de 4,5 kg), sufrimiento fetal, hipoglucemia, ictericia (coloración amarillenta de la piel y mucosas debida a un aumento de la bilirrubina), hidramnios (exceso de líquido amniótico) y malformaciones congénitas, especialmente cardíacas y neurológicas (espina bífida...). También aumenta el riesgo de muerte fetal.

La madre se recupera peor de las operaciones quirúrgicas y hay mayor riesgo de complicaciones.

Incluso, la obesidad en el embarazo podría suponer un riesgo de muerte prematura para la madre según un estudio, ya que la madre tiene más probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares en el futuro.

Por último, podemos decir que a las madres que han aumentado demasiado de peso durante el embarazo les cuesta más recuperar la línea tras el parto, como es lógico. Y esto será conveniente para el futuro de su salud.

Consejos para controlar el peso en el embarazo
Queremos evitar todos los riesgos anteriores, de modo que hay que concienciarse de que podemos hacer mucho por intentar mantenernos en un peso adecuado, sin engordar demasiado durante el embarazo. Y nos centramos en dos aspectos fundamentales. la dieta y la actividad física.

La mujer embarazada ha de comer y beber de manera saludable durante el embarazo, con una dieta ha de ser variada y equilibrada, rica en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas ni azúcares. Con verduras y frutas frecuentes (varias raciones al día), cereales, lácteos y legumbres y un aporte diario de proteínas de carne y pescado. Evitar precocinados, bebidas azucaradas, tentempiés poco saludables...

Además para una ganancia de peso ideal es fundamental realizar ejercicio físico adecuado a nuestro estado, siempre que no haya impedimentos o riesgos médicos (por ello hay que consultar siempre al ginecólogo): natación, yoga, salir a caminar, el método pilates...

Nunca es tarde para empezar a moverte, pero si llevas meses sin hacerlo empieza poco a poco para no aumentar los riesgos. Por ello recomendamos que, siempre que se pueda, se haga ejercicio incluso desde antes del embarazo.

Estas claves proporcionarán a la embarazada una mejor condición física general y de este modo podrá pasar un mejor embarazo y afrontar el parto con menos riesgos, proporcionándole al mismo tiempo salud a su hijo.

Si a pesar de seguir estos consejos no logras mantener un peso adecuado y engordas mucho en esta etapa, consulta al ginecólogo, que deberia averiguar la causa y ver si ese aumento está suponiendo un perjuicio importante. Aumentar mucho de peso durante el embarazo puede ser peligroso y no queremos correr riesgos, ni para la madre, ni para el bebé.

Fuente: http://www.bebesymas.com
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