28/11/14
La vacuna de la rubéola: todo lo que hay que saber
Seguimos con la serie de entradas que iniciamos hace unos meses para hablar de las vacunas, una por una, y hoy es el turno de una de las que forma parte de una de las vacunas más polémicas: la vacuna de la rubéola, que forma parte de la triple vírica, junto a la del sarampión y la de la parotiditis.
La vacuna de la rubéola se administra actualmente al cumplir los 12 meses. Hace unos años solía ponerse a los 15 meses, pero dado que el sarampión volvió a aumentar a raíz de las bajadas de la cobertura vacunal y aparecieron diversos brotes, se adelantó a los 12 meses para proteger antes a los bebés.
Es una vacuna que requiere una segunda dosis de recuerdo, que según la AEP debe administrarse hacia los 2-3 años, pero que en muchos centros se deja incluso hasta los 4 años (en mi ciudad se administra a esta edad).
La protección, como en muchas otras vacunas, no es siempre de por vida, y algunas mujeres deben vacunarse de nuevo en la edad adulta, pues la rubéola es una enfermedad que, de padecerse durante el embarazo, puede provocar un aborto o el llamado síndrome de la rubéola congénita, en que el bebé sufre malformaciones y dificultades en el desarrollo.
Qué es la rubéola
Es una enfermedad causada por un virus, que se propaga a través del aire o por contacto directo. Los síntomas son normalmente leves, siendo comunes el malestar general, dolor de cabeza y fiebre, además de una erupción cutánea similar a la que aparece con el sarampión (de hecho, la rubéola también recibe el nombre de sarampión alemán). Los niños tienen menos síntomas que los adultos y suelen pasarla de un modo leve.
Explicado así parece un virus incluso más inofensivo que el de la varicela, y sin embargo hay vacuna para todos. Esto es porque es más contagioso (aún), pues la enfermedad se transmite desde una semana antes de que aparezca la erupción (una semana antes de que la persona sepa que tiene la enfermedad ya la está contagiando) hasta una o dos semanas después de que hayan desaparecido los síntomas.
Al contagiar durante tanto tiempo, y al ser una enfermedad tan peligrosa en caso de embarazo, es muy importante prevenirla para que no se produzca un brote que ponga en riesgo a los adultos y, sobre todo, a las mujeres embarazadas.
Al tratarse de un virus, no existe tratamiento. Lo único que se puede hacer para evitarla es tratar de prevenir su propagación a través de la vacunación universal, vacunando a todos los niños y vacunando también a las mujeres en edad fértil que hayan perdido inmunidad con los años.
¿Dónde se administra?
Al administrarse a partir de los 12 meses, cuando los bebés ya se ponen de pie o incluso andan, lo recomendable es no administrarla en la pierna, para que no se quejen al caminar y no cojeen. A esa edad se pone en el brazo, de manera subcutánea, normalmente en la zona del tríceps. Si la persona que la va a recibir no tiene problemas de coagulación (los niños no suelen), puede administrarse también intramuscular, en el hombro, en el músculo deltoides.
Efectos secundarios de la vacuna de la rubéola
La vacuna de la rubéola, al ir acompañada de otras vacunas, puede producir efectos secundarios derivados de la rubéola, pero también de las vacunas que le acompaña. La dosis de la rubéola puede ocasionar dolor e hinchazón en las articulaciones. La de sarampión y parotiditis pueden ocasionar fiebre y erupción cutánea leve. Es una de las vacunas que más fiebre produce, al ser una vacuna de virus vivos atenuados.
¿Se puede poner si eres alérgico al huevo?
La triple vírica es una vacuna que puede contener, en su composición, trazas de proteína de huevo (se utilizan para crearla). Esto hace que mucha gente con hijos alérgicos duden de si pueden o no vacunarle de ella, o incluso que padre de niños que no han probado el huevo, se lo piensen dos veces.
La realidad es que la cantidad es tan ínfima, tan baja, que no se considera importante. Todos los niños pueden administrarse la vacuna excepto aquellos que hayan sufrido una reacción anafiláctica grave al comer huevo.
He oído que podría estar relacionada con el autismo
Desde que en 1998 un artículo científico falso se colara en una revista científica de renombre la vacuna triple vírica se consideró posible causante de autismo en niños. El mencionado artículo se retiró de la revista y numerosos estudios han demostrado que no existe esa relación. Sin embargo, el mito corrió tanto y fue tal el revuelo, que aún hoy mucha gente sigue creyendo que es cierto.
Fuente: http://www.bebesymas.com
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