2/4/15

¿Qué tiene mi hijo, un problema de sueño o un trastorno?


Puede que mi hijo tenga problemas para dormir, que se levante sonámbulo, que se despierte varias veces durante la noche… Pero, ni para todas las familias o niños determinadas actitudes durante el sueño suponen un inconveniente ni es fácil determinar cuándo existe un verdadero trastorno del sueño en un niño.

Según la Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos del Sueño en la Infancia y Adolescencia en Atención Primaria, la prevalencia de los trastornos del sueño varía en función de la definición utilizada y del tipo de problema que se estudie. Pero la definición de los trastornos del sueño en la infancia es complicada.

Cierto es que a menudo existen problemas del sueño en lugar de verdaderos trastornos del sueño. Los problemas del sueño son patrones de sueño que son insatisfactorios para los padres, el niño o para el pediatra (porque por poseer más información, por ejemplo, detecte algo problemático que para los padres pasa desapercibido).

Estos problemas pueden estar relacionados con el bienestar del niño o de la familia; pero no todos los problemas del sueño son anormalidades ni todos precisan tratamiento. Un “inconveniente” puede ser solo para los padres y no para el niño y el mismo inconveniente puede ser problemático para unas familias y no para otras.

Por el contrario, el trastorno del sueño se define como una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo. Pero hemos de tener en cuenta también que las diferencias entre lo “normal” y lo “anormal” muchas veces son definidas según la edad y no según el patrón de sueño.

Los mismos síntomas pueden tener significados muy distinto según la edad del niño, por ejemplo que un bebé se despierte muchas veces por la noche es normal (y saludable) pero que lo haga un niño en edad escolar puede afectar negativamente a su salud.

Si nos centramos en niños menores de cinco años, se calcula que aproximadamente un 30% presentan problemas y/o alteraciones del sueño de diverso orden.

Una revisión de los diferentes estudios muestra que entre el 13% y el 27% de los padres de niños de cuatro a 12 años de edad, refieren la presencia de dificultades con el sueño que incluyen desde lo que hemos definido como “problemas” (algunos de los cuales personalmente me parecen de lo más normal y menos preocupante) a verdaderos trastornos.

Estos son: resistencia a acostarse, ansiedad en el momento de acostarse, inicio de sueño retrasado, colecho reactivo (cuando no es decisión de los padres sino que estos lo “aceptan” a partir del comportamiento del niño), ronquido, enuresis, despertares nocturnos, pesadillas, terrores del sueño, sonambulismo, despertar matinal precoz y somnolencia diurna excesiva.

Lo que sí se puede afirmar es que si un niño presenta determinados problemas del sueño de pequeños, estos suelen ser estables a lo largo de la infancia.

Según demuestran distintos estudios, un niño con dificultades del sueño a los ocho meses probablemente continuará mostrando dificultades a los tres años de edad y aquellos con problemas a los dos años, continuarán a los 12 años de edad (aunque no sabemos si se trata de los mismos problemas u oros relacionados con el sueño).

En un estudio reciente realizado en el contexto americano, se ve que entre un 6% y un 11% de los padres o cuidadores de niños de cero a diez años piensan que el niño tiene problemas de sueño.

No obstante, en otro estudio se reducen las cifras de incidencia de trastornos del sueño: una prevalencia global de un 3,7% según la clasificación internacional de enfermedades en niños de cero a 18 años. Es decir, que cuando nos centramos en los “verdaderos” trastornos reconocidos, vemos que muy pocos niños los padecen. Pero, ¿cuáles son estos trastornos?

Trastornos reconocidos
En la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño se incluyen varios grupos de trastornos del sueño. Recordemos que se trata de trastornos en niños, no en bebés, pues especialmente los recién nacidos no tienen ningún patrón de sueño habitual en los adultos. 

¿Sufre tu hijo alguno de estos trastornos?
Insomnio, cuando el niño presenta dificultades para el inicio o el mantenimiento del sueño y que puede ser debido a distintos factores.

Trastornos del movimiento relacionados con el sueño, que incluyen los movimientos periódicos de extremidades y el síndrome de piernas inquietas.

Trastornos del ritmo circadiano, cuando la cantidad y calidad del sueño son normales, pero ocurren en un momento incorrecto de acuerdo con los horarios "habituales" (es poco frecuente en niños y más en adolescentes).

Trastornos respiratorios relacionados con el sueño, que incluyen el ronquido habitual, el síndrome de resistencia aumentada de la vía aérea superior, las hipopneas obstructivas, el síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño, la implicación nocturna del asma y otras alteraciones respiratorias crónicas.

Parasomnias infantiles (sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas).

Somnolencia diurna excesiva o hipersomnia.

Otros problemas a la hora del sueño pueden ser normales para la edad del niño, pero si te preocupa lo que le está pasando (si se repite durante varias noches) o piensas que afecta a la salud del niño, consulta al pediatra.

Tampoco es bueno para la familia que nos quedemos con la duda de si nuestro hijo sufre un trastorno del sueño o no, y en este tema hay muchos “mitos” populares y consejos que dan a veces sin pedirlos que pueden llevarnos a confusión y, lo peor, a que el niño lo pase peor.

Fuente: http://www.bebesymas.com
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