Para que Halloween no se transforme en una pesadilla
Expertos dan consejos para evitar que la ingesta de golosinas o el uso de otros productos para celebrar la fecha se conviertan en un mal truco.
La principal preocupación de los padres en Halloween es la excesiva cantidad de golosinas que pueden comer los niños. Luz Lobos, nutricionista y académica explicó que no se debe subestimar el aporte calórico de éstos, la hiperactividad que provoca el azúcar en los menores y las caries dentales.
También se debe considerar sus colorantes artificiales, aditivos capaces de generar reacciones alérgicas en niños con condiciones particulares de sensibilidad. “Una buena medida es hacer con los niños productos caseros como jaleas con frutos rojos (de formas especiales alusivas a la celebración), helados de yogurt batidos con frutas, potenciando sus capacidades creativas”, dijo.
Con pinturas decorativas y máscaras, la piel es otro órgano a cuidar. El dermatólogo UC Néstor Carreño dijo que cualquier sustancia química puede irritar la piel, dependiendo de sus características, concentración y frecuencia de uso. Incluso, pinturas y accesorios como joyas de fantasía que contengan sustancias dañinas como níquel o cobalto pueden afectar la función de barrera protectora de la piel, además de enrojecimiento de la zona afectada, edemas, dermatitis alérgicas, ardor y picazón local, en casos más severos rezumación (expele líquido) y costras.
Si los niños se disfrazan, la recomendación es que sea con colores claros para que los automovilistas los vean con facilidad. Si se ponen antifaz o máscara, deben permitir una visión completa y que durante la recolección de dulces, lo hagan en grupo y acompañados por un adulto.